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LA COLUMNA DE ENRIQUE LARROUSSE...
| "ENRIQUE LARROUSSE".- | Columnistas
¡Amigas y amigos de Independiente el Gran Campeón como están!
Acompaño las expresiones orales de lujo que tiene este programa y que tanto respeto.
No puedo hacer un analisis periodistico y menos futbolistico de la revancha contra el Santos.
Es lo mio una frenada exposición de la pasion de hincha y no va más allá de eso.
Independiente es lo que es. La más maravillosa musica hecha historia y divisa futbolera, con un presente largamente empantanado en lo competitivo.
Y con eso Independiente fue, en la tempranera noche invernal del Jueves a intentar otra vez revertir la adversidad. Una adversidad mas provocada que encontrada, como habiamos dicho tras la caida en Vila Belmiro.
Independiente fue con sus limitaciones muy presentes, porque mas allá de que los partidos de ida y vuelta de la copa son impredecibles al analisis previo, tener claro que no se llegó a ésta instancia con buen funcionamiento de equipo, nos anclaba en la prudencia.
En ese contexto, el equipo tuvo dificultades para hacerse de la pelota en varios pasajes del primer tiempo y terminó pagando las consecuencias: un gol abajo y una exasperante falta de definición.
La mediocridad de un árbitro que inclinó el campo sacando tarjetas y la desesperación del Rojo de ver cómo se le iba la clasificacion en su propio campo, jugaron un rol decisivo en el segundo tiempo para que no pudiese torcer la historia del partido.
Un Santos que tuvo algunos movimientos por encima de lo mostrado de local, se asusto de ver al Diablo herido y temió hasta donde podía llegar la reacción del local. Tuvo entonces la presencia inspirada de un arquero que soportó todos los ataques.
Y alli de nuevo Independiente fue lo que es. Puesto en nombres propios, ni Blanco, ni Palacios, ni Roa, ni menos Velazco, son hoy capaces de ponerse el equipo al hombro y empujar la reacción hasta la red. No solo para aliviar la entrega encomiable del "Perro" Romero y la tracción dignisima del pibe Bustos, sino para servirles a Silvio y al "Sultán" Herrera, una ocasion clara de gol.
No.
El gol vino fortuito cuando la rabia de un equipo diezmado, empujó mas allá de la tactica impuesta por su propio técnico, logrando unos minutos más de oxigeno, para tenernos a todos expectantes hasta el ultimo minuto de los menos que el árbitro adicionó.
El Rojo tiene la hazaña en su ADN pero esta vez nos quedó atragantada de cambios tardios y mezclada con la anticipada impotencia de quedar fuera de la copa.
Y aunque no alcanzó con el esfuerzo de "Saltita", el "Chila", Soñora y todos los que empujaban con dignidad, el sabor de la derrota quedó edulcorado por esa maravillosa postal de ver a los "jóvenes" en acción.
Ya no hay tiempo ni esperanza para que la gestión dirigencial corrija decisiones erróneas en el futbol del club.
No hay tiempo ni esperanza para que Julio Falcioni se reconstruya y les de a estos pibes que piden titularidad, la tactica que merecen.
Tenemos cinco meses por delante para seguir viendo ésto que es Independiente: un once dirigido por quien tira el equipo atrás, no prioriza la tenencia y no recrea herramientas ofensivas claras. La falta de gol y el quedar fuera de la Sudamericana son la prueba.
Pero repito, Independiente es lo que es. Lo suficientemente grande como para obligarse a hacer una gran competencia en todo lo que dispute de aqui al final de la temporada. Y aunque es lo unico que nos queda por esperar, de alguna forma deberemos exigirlo.
QUIQUE LARROUSSE
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