Claudio González dispuso los siguientes once para recibir a Boca en el predio Santo Domingo: Bacchia; Rotela, Moschen, Velásquez y Costa; Sosa, Soriano y Zarza; Villalba, Lobo y J. Romero.

El Rojo llegaba con un andar irregular y Boca buscaba despegarse de Estudiantes, su escolta. La visita, como era de esperar, tomó la pelota desde el inicio y comandó las acciones de ataque casi durante todo el encuentro.

A veces la buena defensa de Independiente, otras el gran nivel de Renzo Bacchia -una vez más- y el resto la mala puntería de los rivales no permitieron que los Xeneizes abrieran el marcador.

Los pibes también tuvieron sus chances, especialmente cuando podían conectar el contragolpe y a partir de la pelota parada, pero tampoco tuvieron la suerte de su lado.

La segunda mitad se presentó de manera muy parecida, pero con una excepcionalidad: a los 32 minutos, el árbitro expulsó a Renzo Giampaoli y el Rey de Copas quedó con un jugador más.

Esos primeros minutos, el equipo de González se adelantó en el campo y el encuentro se hizo más de ida y vuelta, aunque pronto los visitantes se acomodaron con los cambios y volvieron a la ofensiva.

Fue 0 a 0 y acorde al rival, no fue un mal resultado, pero no modificó demasiado la posición de la Reserva en la segunda mitad de la tabla.

Quedan un puñado de partidos y luego el receso ¡A meterle que falta poco!

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Segovia; M. González, Alberca, Leites, García; Chávez, Sosa, Lobo; Vallejo, Romero y J. González fueron los once elegidos por Claudio González para cerrar el torneo de Reserva en Córdoba.

En un partido con momentos de buen juego, mucho ida y vuelta y vibrante en emociones, el Rojo empató 3 a 3 con la T y finalizó con 32 puntos en el campeonato, producto de un andar irregular que mejoró en las fechas finales: 7 victorias, 7 derrotas y 11 empates.

Independiente empezó perdiendo tempranamente, a los 4 minutos del encuentro, pero lo empató con rapidez a los 12 luego de una buena jugada colectiva que culminó con un lindo cabezazo de Lobo.

La primera etapa culminó empatada, pero el Rojo había terminado mejor, con el dominio de la pelota y las llegadas.

Desafortunadamente, no pudo mantener el ritmo y el complemento fue casi todo de Talleres, que se puso en ventaja a los 10 y amplió la diferencia a los 35. Entremedio, desperdició muchas chances claras de gol.

Por el lado del Rey de Copas, los pibes no podía someter al rival, pero aun así lograban llegar al arco contrario con peligro.

Cuando todo parecía perdido, una hermosa gambeta del ingresado Rambert y el posterior tiro al ángulo descontaron el marcador a los 40. Siete minutos después, con el partido casi finalizado, el propio Rambert estampó el empate definiendo dentro del área.

¡A descansar que se viene un gran 2022, Diablos!

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